lunes, 13 de diciembre de 2010

La red social




El otro día me encontré a mi amiga María sentada, mirando concentrada la pantalla de su ordenador. Yo intrigada por su estado le pregunté qué era lo que estaba haciendo. Ella rápida y alegremente me contesto: “ Estoy plantando semillas en mi parcela de Farmville”.
Sin ir más lejos, el martes pasado acudí a la primera sesión de un curso al que me he apuntado. La clase duró dos horas, de las cuales ninguna de las dos personas que tenía al lado me dirigió la palabra. Cuál fue mi sorpresa que al llegar a casa y conectarme a mi perfil de mi red social, me avisaron de que tenía una nueva petición de amistad. Sí , no me había hablado durante dos horas en el curso, pero una de esas personas me había agregado para ser su amigo.
¿Qué motivo lleva a mi amiga el estar un sábado por la tarde encerrada en casa jugando a ser granjera?. ¿Qué motivo lleva a una persona que no conozco a querer ser mi amigo por Internet? La respuesta es sencilla, Facebook.
Esta red social posee más de 70 millones de usuarios activos que la convierten en la segunda más grande del mundo y en la sexta página web más visitada.
Es precisamente esta gran afluencia la que la convierte en una importantísima fuente de donde extraer información, dato que no han pasado por alto los grandes
( gobiernos, empresas, diferentes instituciones…).
Este hecho puede y debe suscitar preocupación entre los registrados, ya que la información personal que dan a conocer, no solo es sabida por sus amigos, sino también por las entidades anteriormente citadas, que pueden usarla tanto para tener controlado a un núcleo de la población, como para llegar, en el caso de las empresas y anunciantes, a sus consumidores. Estos últimos lo que hacen es pagar a Facebook, para que éste, basándose en su base de datos, envíe la información al público objetivo de la empresa. Por ejemplo, la compañía norteamericana, Verizon publicitó una oferta de trabajo para jóvenes. El anuncio fue publicado en la página principal de todos los usuarios de Facebook que fueran jóvenes norteamericanos en
cierto rango de edad.
A nivel social, la aparición de las comunidades virtuales ha supuesto una alteración del statu quo, es decir, un cambio en las formas tradicionales de actuar de la sociedad. Estos canales han significado la despersonificación de la comunicación, así como la degradación de las relaciones a un plano virtual. Hemos acabado tomando lo virtual como algo real.
Pero debemos pararnos a pensar en si Facebook nos ha enviado a esta situación o hemos sido nosotros mismos. Habría que reflexionar si no hemos sido las personas quienes nos hemos apoyado en este mundo para llevar acabo una de las necesidades naturales del hombre, socializar. Y teniendo en cuenta este principio, debemos pensar en si de verdad nos hemos unido a este movimiento por propia voluntad o ha sido por seguir a la masa, como “ borregos”, guiados por nuestro ya mencionado instinto.
¿Cuáles son las posibilidades que ofrece esta red? ¿Para qué la suelen utilizar las personas? Entre los usos que se pueden observar encontramos el hecho de que se puedan hacer nuevas amistades o que se puedan mantener antiguas. El que las personas quieran enseñar imágenes de su vida, simplemente por informar o en su búsqueda de los 15 minutos de fama que obtendría cuando la gente comentase su foto. El que para algunos sea una excusa para llevar una vida, según ellos interesante, para que sea publicada en su perfil y sea visitada por el mayor número de personas posible, ya que las visitas serán su indicador de si es “guay” o no.
El hecho de que puedas, en algunos casos, utilizar ese programa como un escudo para ocultar tus miedos a relacionarte o el que puedas crear de la nada una nueva identidad. Estos usos, entre otros que se llevan a cabo, responden a la acción realizada por el hombre en su camino, en el cual puede sucumbir a la imitación o inducción, a convertirse en un ser social.

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