En esencia, en Wikileaks se muestra el complicado entramado de ocultaciones y acciones llevadas a cabo por los gobiernos, de una forma silenciosa y paralela a la población. Pero, ¿cuáles son los fines de estas emisiones, es decir, por qué Julian Assange decide contar todo esto? ¿Estamos asistiendo al nacimiento de una especie de Robin Hood de la verdad o tiene unos intereses aparte?
Por sus declaraciones, la balanza se inclina más hacia la primera opción, ya que él asegura que lo hace con el fin “de perseguir de forma selectiva información reprimida y entregársela al público, de manera que generemos reformas de una forma muy eficiente” Se llama a sí mismo “militante de la libertad de información”. Según algunas fuentes, asegura que tiene “la misión de defender la libertad de información”. Pero, si algo nos ha enseñado ya la vida es que en todo siempre hay siempre unos intereses. Aunque este tema no será el que trataré.
Ahora bien, una vez puestos en antecedentes, se debe analizar la situación. Este hombre, en su labor supuestamente altruista, se dedica a desvelar a diestro y siniestro hechos que rompen los esquemas y que son bastante graves. Por el momento, la respuesta de los gobiernos, sobre todo del americano, ha sido la de que va a traer graves consecuencias y que va a hacer peligrar la seguridad de cada nación.
Pero ¿Cómo nos afecta esto a nosotros, a la sociedad?. Una vez más se ha mostrado el nivel de desinformación al que nos tienen sometidos. Realizan acciones que afectan a nuestra economía, sociedad, nivel y calidad de vida… y nosotros no somos conscientes de cómo lo están manejando todo.
Estas revelaciones no nos deben de pillar por sorpresa, ya que eran secretos a voces. Siempre se ha tenido una ligera idea, de las formas de actuar de los que tienen el poder y de las “estrategias” que llevan a cabo para conservarlo.
Pero lo más grave de esta situación, no son las “novedades”, no es que se hayan ocultado casos de espionaje o torturas, sino el hecho de que se hayan dado a conocer y de la forma en que se ha dado.
Para los gobiernos va a suponer una imagen, en términos de comunicación, bastante negativa, ya que , ahora sí, se tienen pruebas tangibles de que han mentido y han ocultado información a su población. Además se muestra, no el poder de estos, sino sus limitaciones.
Julian Assange habla de que lo que pretende es generar reformas, que la gente se de cuenta de la situación que padece y que tome medidas. Debemos preguntarnos, en verdad, qué consecuencias traerá esto. La población ahora sabe con certeza la censura que hay y lo que está pasando, pero, ¿De verdad se piensa que va a producir reformas?. En mi opinión pertenezco al pensamiento negativo y creo que lo único que se va a lograr es que ahora la comunicación, referente a estos temas, se tiña ligeramente de democrática y se nos inculque la idea de que ahora sí estamos “informados“.
En cuanto a lo demás, ¿Realmente piensa que va a generar un cambio en el sistema?. La población por mucho que se diga, va a seguir apoyando a su gobierno, porque, por ejemplo, supongamos que nos dicen (cito unas líneas de una lectura muy interesante que me gustaría resaltar aquí) ” debe votar entre un candidato a presidente que le dice “no tenemos recursos, entraremos en recesión, habrá inflación, no habrá aumentos de sueldos durante todo mi mandato, pero mantendremos nuestra integridad. Preferimos ser pobres pero honrados”, y entre otro que alega “no nos faltará nada, porque el mundo nos debe nuestro lugar en el mundo. Haré que todos y cada uno de ustedes viva mejor y con más poder, aunque debamos espiar a través de nuestras embajadas o nos cueste la guerra”. Seguramente la mayoría se inclinaría por la elección del segundo, aunque éste realizará una serie de acciones, pero que “estarán” justificadas ya que supondrá nuestro bienestar.
Esta situación de defender a los gobiernos, se ve agravada en países como EEUU y su famoso patriotismo. Una vez más se nos muestran las artimañas que utilizan los grupos de poder para mantener lo que ellos denominan “el equilibrio del sistema”.
Debemos preguntarnos si en estos casos es mejor saber la verdad o es preferible seguir con una venda en los ojos, ya que visto está, por el momento al menos, que no se puede crear un cambio.
Aún así, tenemos todo el derecho de estar informados y que no se de la dictadura mediática que está teniendo lugar.
En su afán de mantener el orden, como he dicho antes, lo único que consiguen es crear más oposición e inestabilidad.
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